NO AL CONFLICTO. SI A LA CONFRONTACION.
La comunicación es una necesidad básica de los animales y de los humanos. La Zoosemiótica plantea que todos los animales son sociables y que cada especie tiene sus propios medios de comunicación y los manifiestan a través de su humor, tristeza, alegría, época de celo, etc. Los animales utilizan su sensibilidad para emitir y recibir mensajes a través de los campos químico, óptico, táctil, acústico.
Los humanos tienen maneras diferentes de comunicarse y su eje fundamental es el pensamiento. La Semiología es la disciplina que se encarga de los sistemas de comunicación en las sociedades humanas y la Pragmática del estudio del lenguaje tal y como se manifiesta.
La comunicación para que fluya debe ser eficaz y tener como pilar la armonía, además de abierta, incluso en los momentos de conflicto. La armonía crea un momento de acercamiento y depende de cada una de las personas involucradas, mantenerla sobre todo cuando se tiene la seguridad y el convencimiento que la cooperación es una buena herramienta para la convivencia dentro de un grupo familiar, social, etc.
Cuando las personas toman diferentes puntos de vista, surge la confrontación, de inmediato creemos que se ha roto la comunicación y entramos en conflicto, le tememos a las represalias y pasamos al caos total.
En nuestro esquema mental le tememos a la palabra “confrontación”; muchas personas la evitan y prefieren dejar pasar por inadvertida equis situación, para no verse involucrados en un conflicto o para evitar posibles represalias. Hay que cambiar este concepto y considerar que la confrontación, no es más que el camino o la vía más rápida y segura para resolver un asunto cara a cara. La confrontación es buena cuando se guarda el respeto y se quiere crecer espiritualmente, cuando veo al interlocutor, no como mi enemigo, sino como la persona madura que me persuade para que escuche razones de manera objetiva y busca dar respuestas a mis interrogantes.
Las personas que evitan la confrontación, generan un problema mayor a largo plazo, ya que dejan pasar por alto patrones de comportamientos negativos que finalmente nos ponen a la defensiva y nos crean problemas de conciencia.
El reto es tener una confrontación sana, sin hipocresías, sin ofensas, sin amonestaciones públicas, sin represalias, en donde no haya ganadores ni perdedores. Una confrontación donde fluya la comunicación, la cooperación, la armonía, el beneficio mutuo, la crítica constructiva, el controlar las emociones y sobre todo el respeto por las diferencias.
¡EVITEMOS EL CONFLICTO¡ NO, LA CONFRONTACIÓN.
TE CONFRONTO, MAS NO TE OFENDO.
Profesora Lester Merlano P.