No tener disponible el celular en todo momento y lugar hace que muchos presenten un cuadro parecido al de una persona que les teme a las ratas, a los sapos, a las culebras o a las arañas. No poderlo apagar nunca (ni siquiera en los sitios donde su uso está prohibido, como bancos y aviones) o tenerlo sin señal o sin saldo, hace que las personas suden, se desesperen y hasta dejen de dormir. Esta es la Nomofobia.
La Nomofobia es un término inglés que significa No Mobile Phobia y fue acuñado en el año 2011 después de que la compañía de seguridad en Internet SecurEnvoy llevara a cabo un profundo estudio sobre este tema en el Reino Unido. Dicha encuesta, determinó que 61% de los hombres y el 70% de las mujeres sufren de estrés, angustia, pánico, sudoración, insomnio y ansiedad cuando pierden o deben apagar sus teléfonos. Demostró, además, que el 41% de los encuestados prefieren tener un celular adicional para evitar quedarse incomunicados.
Según la encuesta, los jóvenes entre 18 y 24 años son los más propensos a padecer la nomofobia. En segundo lugar se encuentran las personas entre los 25 y 34 años.