Tu partida temprana nos tomó por sorpresa a todas aquellas personas que en el diario vivir conocimos a un hombre saludable, trabajador incansable, buen amigo, generoso y sencillo.
Esa partida intempestiva deja un gran vacío en nuestra comunidad educativa, especialmente en los estudiantes en los que sembraste una huella imborrable en el ejercicio de tu cátedra y en lo acertado de tus consejos que eran más de un padre, que de un docente.
Como compañera de labores, tuve la oportunidad de compartir con un hombre amable, de buen carácter, luchador y hasta bromista.
Siempre tendré presente tus expresiones de cariño hacia ese inmejorable compañero y cómplice que fue el profesor Jairo Ghisays que en una clara demostración de cariño y solidaridad te demostró que no necesitabas conocerlo toda la vida para que te brindara su ayuda, cuando verdaderamente la necesitabas.
A pesar de las dificultades propias de tu enfermedad, asumiste con sacrificio tu labor docente y aún en tu lecho de muerte fue tu gran preocupación el bienestar de los estudiantes, demostrando la gran responsabilidad que sentías por el ejercicio de tu labor y el gran amor que sentías por ellos.
Arie, como te decía, ese otro hermano más que me regaló la vida, me has enseñado con tu partida, que somos tan frágiles, que aun creyéndonos fuertes, no dejamos de ser unos simples mortales.
¡ P A Z E N T U T U M B A ¡
Profesora Lester Merlano Paternina.